Un matrimonio puede llegar a tener altibajos a lo largo del tiempo, lo cual hasta cierto punto es común y entendible. No obstante, un factor para tener en cuenta es que dichos altibajos pueden repercutir directamente en la salud de los hombres, encontró un reciente estudio.

Un vínculo aparente entre el matrimonio y la salud es un hallazgo constante en muchos estudios, que datan incluso de 1912”, señaló el doctor Ian Bennett-Britton, autor líder del estudio e investigador en la Universidad de Bristol, en Inglaterra.

Aunque pequeños, se encontraron efectos reales de los altibajos matrimoniales en los hombres, principalmente en factores de riesgo cardiovascular, como los niveles de colesterol, el peso corporal y la presión arterial, indicó el experto.

“Encontramos un patrón más constante en aquellos hombres cuyas relaciones habían mejorado o empeorado durante el periodo del estudio [19 años], respecto a las mejoras o el empeoramiento en el perfil de riesgo cardiovascular”, explicó el doctor.

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Según el estudio, que apareció publicado en la edición online de la revista especializada Journal of Epidemiology & Community Health, en comparación con los hombres en relaciones “constantemente buenas”, aquellos cuyas relaciones habían mejorado tenían:

-Niveles ligeramente más bajos de colesterol ‘malo’.

-Un índice ligeramente más bajo de masa corporal (medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso).

En contraparte, los investigadores encontraron que los hombres en relaciones que se estaban deteriorando con el tiempo presentaban una presión arterial ligeramente peor que los que estaban en unas relaciones estables y “buenas”.

Uno de los principales factores que intervienen en estos hallazgos son los niveles de estrés. “El estrés se relaciona mucho con la salud física, de forma que es probable que los matrimonios malos provoquen estrés, lo que provoca una mala salud integral”, indicó Patrick Markey, profesor de psicología en la Universidad de Villanova, en Pensilvania, Estados Unidos.

“Sobre todo en los hombres, la pareja romántica con frecuencia contribuye a nuestra salud física de forma más directa. Por ejemplo, algunas investigaciones en nuestro laboratorio han encontrado que las esposas con frecuencia monitorean la alimentación de sus esposos y son más propensas a animarlos a comer de forma más saludable. De forma similar, las esposas también parecen ser más propensas a animar a sus esposos a ir al médico, a vacunarse contra la gripe y a tomar los medicamentos”, expuso el experto.

 

Vía: Health Day News