Los alimentos procesados se han convertido en la última opción dentro de una dieta saludable. Sin embargo, expertos en el tema aseguran que se han satanizado a tal grado que existe miedo o desconocimiento sobre este tipo de productos.

De acuerdo con Ruth Pedroza Islas, especialista de la Universidad Iberoamericana (UIA), la difusión de información alarmante sobre el consumo de esta comida es grave. Esto se debe a que “todo lo que comemos, prácticamente es procesado […] Lavar una fruta es un proceso, es decir, que si se quiere comer algo natural tendríamos que ir al árbol de manzana, cortar la manzana y, sin lavarla, comerla inmediatamente”.

A decir de la especialista, todo debe tomarse en su justa dimensión, debido a que se trata de un problema en el uso de términos, es decir, la comida procesada no es sinónimo de “comida chatarra”. Si bien la mayoría de los alimentos proporciona algún nutriente, es esencial buscar que éste no desequilibre y rompa una dieta equilibrada.

“Hasta una paleta de dulce proporciona azúcar para la energía que requiere el cuerpo. Aquí el asunto es cómo combinamos estos alimentos para que nuestra dieta no esté desequilibrada y no tengamos un exceso de consumo de calorías”, detalló.

La comida procesada permite medir las cantidades de nutrientes que se consumen, gracias a la etiqueta que muestra el contenido de cada alimento. De igual forma, garantiza —en su mayoría— la ausencia de microorganismos que puedan causar daños a la salud, como son los patógenos.

Recomendaciones

  1. Lee con atención la información nutricional de cada producto.
  2. Mide las porciones y opta por los alimentos naturales —bajos en grasa y azúcar—.
  3. Visita a un especialista en nutrición para conocer tus necesidades específicas.

 

Vía: Notimex