Alimentación en MéxicoAltos niveles de obesidad pero, al mismo tiempo, elevados porcentajes de hambre, son problemas graves de alimentación que aquejan a nuestro país. Por eso surgen cuestionamientos sobre los alimentos y comportamientos que tenemos los mexicanos a la hora de comer. ¿Es la comida lo que en verdad ocasiona estos problemas?

Siempre se prejuzga que los mexicanos comemos mal por ignorancia, por desidia, porque nos importa poco; por muchos factores, se culpa mucho al individuo, se deposita esta responsabilidad en el individuo”, expuso Liliana Martínez Lomelí, socióloga del Centro Edgar Morín, de la Escuela de Altos Estudios Sociales de Francia.

De acuerdo con Liliana, factores psicológicos, económicos, ambientales, así como las condiciones sociales de los contextos urbanos y otros elementos “nos hacen cambiar la alimentación”. Por lo que sugiere políticas integrales y de largo plazo para combatir obesidad en nuestro país.

En su estudio titulado ‘Por qué comemos lo que comemos en México’, la socióloga indica que en los últimos años se han registrado cambios sociales que han incidido en la forma de alimentarse. “No es una cuestión de que así nos guste, pero a veces es cuestión de supervivencia, por los tiempos de traslado en la ciudad hay que reducir el tiempo que se tiene para preparar alimentos”, planteó.

En las áreas urbanas, destacó, comer ha pasado a segundo plano, al grado que en muchas ocasiones, la prioridad es llevarse a la boca algo que “sólo quite el hambre”, sin preocuparse por si es lo más saludable para el cuerpo.

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“No está mal comer tacos, sino cómo se comen, en qué circunstancias y en qué dosis. No hay que decir que el taco o la torta es malo por sí mismo”, explicó.

La especialista indicó que se necesitan medidas integrantes, sin imponer normas por conductas o estilos de otros países “que no van con nuestra cultura”. Asimismo señaló que la obesidad se puede revertir “pero el problema es que muchas veces queremos que para estas tendencias, que tienen años gestándose, se tomen medidas para ver un resultado en poco tiempo”.

“Debe haber sustentabilidad, el problema es que con las políticas que se podrían emprender para formar a las generaciones pequeñas los resultados se verían en 20 años”, subrayó; y ahondó que que para mejorar la alimentación se debe involucrar a todos los miembros del hogar, hacer del momento de la comida un espacio para convivir, planear menús, evitar culpas por lo que comemos, buscar bajar de peso mediante una alimentación saludable y no comer solo frente a una pantalla.

Finalmente, recomendó consumir alimentos locales y de temporada, introducir a los niños a probar diferentes sabores y olores, no presionar a los hijos con figuras de rechazo a la obesidad y tener una rutina diaria para la hora de comer.

 

Vía: Notimex