Además del sodio, el magnesio y el calcio —minerales importantes para el buen funcionamiento del organismo—, el yodo es un oligoelemento necesario para que las células transformen los alimentos en energía. 

El yodo se encuentra naturalmente en el cuerpo. Los seres humanos lo necesitan para el funcionamiento normal de la tiroides, así como para la producción de las hormonas tiroideas, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Fuentes alimenticias

La principal fuente alimenticia de este elemento es la sal yodada, es decir, la sal de cocina con yodo agregado. Otras fuentes importantes son:

  • Mariscos y pescados.
  • Alga parda o marina.
  • Productos lácteos.
  • Plantas que crecen en suelos ricos en yodo.

Conoce más: Deficiencia de yodo, ¿cómo afecta al organismo?

Deficiencia de yodo

La deficiencia de yodo puede presentarse en áreas que poseen suelos con bajos contenidos de yodo. La falta de yodo en la dieta durante varios meses puede causar bocio —aumento del tamaño de la glándula tiroides— o hipotiroidismo. 

En contraparte, el consumo muy alto de yodo puede disminuir el funcionamiento de la glándula tiroides.

Recomendaciones

La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de yodo es consumir una dieta equilibrada que contenga una gran variedad de alimentos saludables. Como mencionamos anteriormente, es posible satisfacer las recomendaciones diarias consumiendo mariscos, sal yodada y plantas cultivadas en suelos ricos en yodo. 

Las recomendaciones específicas dependen de la edad, el sexo y otros factores —como el embarazo—. Las mujeres embarazadas o en etapa de lactancia necesitan cantidades mayores.

Acércate a un profesional de la salud para conocer cuál es la mejor cantidad para ti. No te automediques ni tomes suplementos sin antes hablarlo con tu médico. ¡Cuídate!

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos