Las abejas se alimentan y recolectan polen de una variedad de plantas. Cuando las abejas regresan a la colmena con el polen, se convierte en alimento para la colonia en forma de grasas, minerales y proteínas. También puede contener otros compuestos, como enzimas, cera de abeja, miel y néctar.

El tipo de plantas que cosechan las abejas, junto con otros ingredientes, afecta la composición del polen de abeja.

Como producto para uso humano, dicho polen se presenta como pequeños gránulos de color naranja amarillento a café oscuro o negro. El polen tiene un sabor dulce y floral que varía según las plantas de las que las abejas lo recogieron.

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Las personas pueden utilizar el polen de abeja de varias maneras, como aderezo de cereales, yogur o ensalada, o en batidos o bebidas similares. Asimismo, se encuentra disponible como suplemento.

No obstante, ten cuidado cuando uses productos de polen que puedan causar síntomas alérgicos, como dificultad para respirar o anafilaxia.

Entonces, el polen de abeja es un alimento complejo. Existen alrededor de 200 sustancias activas en el polen, que incluyen:

  • Aminoácidos
  • Triglicéridos
  • Fosfolípidos
  • Vitaminas
  • Macronutrientes y micronutrientes
  • Flavonoides

 

Fuente: Medical News Today