Es importante que los niños consuman un desayuno saludable para recargar sus cuerpos después de dormir, ya que sus cerebros y cuerpos todavía se están desarrollando.

Sin embargo, entre el 20 y el 30 % de los niños y adolescentes tienden a saltarse esta comida esencial, sobre todo para comenzar bien su mañana.

Un desayuno saludable puede ser rápido y fácil de preparar, ya sea para ti o para tu hijo(a). Los desayunos también se pueden preparar con anticipación, y algunos son portátiles para comer sobre la marcha.

Entre estos desayunos se encuentran los huevos, un alimento básico que es fácil de preparar y es bastante versátil, además que de que están repletos de proteínas de alta calidad y otros nutrientes.

La proteína en los huevos es especialmente importante para los niños en crecimiento porque ayuda a desarrollar músculos y tejidos.

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Asimismo, en comparación con los cereales, los huevos pueden hacer que los niños se sientan más llenos durante la mañana.

A esto se suma que las yemas de huevo son una fuente de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que benefician la salud de los ojos y el cerebro.

Un estudio realizado en niños de 8 y 9 años encontró que aquellos que comían más alimentos ricos en luteína tenían niveles más altos de dicho antioxidante en sus retinas. Esto se asoció con un mejor rendimiento académico, incluyendo mejores puntajes en matemáticas y lenguaje escrito.

Por ello, ya sean revueltos, estrellados, en tortilla o cocidos, siempre procura incluir huevos en el desayuno de tus hijos a lo largo de la semana.

 

Fuente: Healthline