La espinaca es una de las hortalizas más nutritivas que podemos incluir en la dieta diaria. Entre sus múltiples aportes, destaca su alto contenido de folato, una vitamina del grupo B que desempeña un papel fundamental en el desarrollo y buen funcionamiento del sistema nervioso.

¿Qué es el folato y por qué es importante?

El folato (también conocido como vitamina B9) participa en procesos vitales como la formación del ADN, la producción de glóbulos rojos y el desarrollo del sistema nervioso. Es especialmente importante en etapas de rápido crecimiento, como el embarazo, la infancia o la adolescencia.

La espinaca es una excelente fuente de folato de origen vegetal. Consumirla con frecuencia ayuda a cubrir los requerimientos diarios de esta vitamina, favoreciendo la función cognitiva y la salud neurológica, tanto en adultos como en niños.

Prevención de trastornos neurológicos

Un nivel adecuado de folato se ha relacionado con menor riesgo de deterioro cognitivo, depresión y enfermedades neurodegenerativas. Además, durante el embarazo, el folato es esencial para prevenir defectos del tubo neural en el bebé.

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Recomendaciones

Aunque puede comerse cocida, la espinaca cruda conserva mejor su contenido de folato. Se puede incorporar en ensaladas, licuados o como parte de un desayuno nutritivo. Combinarla con alimentos ricos en vitamina C (como naranja o jitomate) mejora la absorción de sus nutrientes.

Consumir espinaca regularmente no sólo fortalece músculos y huesos, también es una manera sencilla y natural de proteger el sistema nervioso y mantener la salud cerebral a largo plazo.

 

Fuente: National Institutes of Health – Office of Dietary Supplements