Los nutrientes son sustancias en los alimentos que nuestros cuerpos necesitan para poder funcionar y crecer. Estos incluyen proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y el agua. La buena nutrición es muy importante, especialmente durante el envejecimiento.

Ésta nos brinda energía y puede ayudar a controlar nuestro peso. También puede ayudar a prevenir enfermedades, como osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

Recomendaciones

A medida que envejecemos, el cuerpo cambia. Por ejemplo, puedes necesitar menos calorías, pero requerir más nutrientes. Algunos adultos mayores también necesitan más proteínas. Toma en cuenta los siguientes consejos.

  1. Come alimentos ricos en nutrientes sin demasiadas calorías extra, como:
  • Frutas y vegetales (elija diferentes tipos con colores vivos).
  • Granos integrales, como avena, pan integral y arroz integral.
  • Leche descremada y queso bajo en calorías, o leche de arroz o de soya fortificada con vitamina D y calcio.
  • Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos.
  • Frijoles, nueces y semillas
  1. Evita las calorías vacías o huecas. Estos son alimentos que tienen muchas calorías pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces, productos horneados, bebidas azucaradas y alcohol.
  2. Elige alimentos bajos en colesterol y grasas. Especialmente, evita los que contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal, mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria. 
  3. Toma suficientes líquidos. Algunas personas pierden la capacidad de sentir sed a medida que envejecen. Además, ciertos medicamentos pueden aumentar la importancia de beber suficientes líquidos.
  4. Realiza suficiente ejercicio. Si has comenzado a perder el apetito, la actividad física puede ayudarte a sentir hambre.

Conoce más: 5 síntomas relacionados con la salud visual y el envejecimiento

Ante cualquier duda sobre tu dieta, asesórate con un especialista en nutrición. Recuerda realizar actividad física diariamente.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos