La fruta deshidratada posee una mayor concentración de azúcar por porción que la fruta fresca, lo que puede provocar picos de azúcar en sangre. Sin embargo, consumir pequeñas porciones acompañadas de alimentos ricos en proteínas o grasas saludables puede ayudar a reducir sus efectos sobre el azúcar sanguínea.
Concretamente, debido a su procesamiento, la fruta deshidratada provoca un aumento más pronunciado de los niveles de azúcar en sangre que la fruta fresca.
Al deshidratar la fruta, se elimina la mayor parte de su contenido de agua, lo que resulta en una fuente más concentrada de azúcares naturales. Esto significa que una porción más pequeña de fruta deshidratada aporta la misma cantidad, o generalmente más, de azúcar que una porción más grande de fruta fresca.
Conoce más: Los beneficios de comer fruta deshidratada
Por ejemplo, un cuarto de taza de pasas contiene los mismos carbohidratos totales que aproximadamente una taza llena de uvas, pero se comen mucho más rápido y fácilmente.
El alto contenido de agua de la fruta fresca también ayuda a ralentizar la digestión y diluye los azúcares naturales, lo que provoca un aumento más gradual del azúcar en sangre. Por otra parte, la fruta deshidratada es más densa, está más concentrada y se digiere más rápidamente, lo que puede provocar una respuesta glucémica más aguda.
Fuente: Very Well Health