Las fresas están repletas de vitaminas y nutrientes que contribuyen a la salud general. Incluir esta baya regularmente en la dieta puede ayudar a reducir la presión arterial.
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Varios estudios han relacionado el consumo regular de fresas con el control de la presión arterial. Esto es lo que demuestra la investigación actual:
- En adultos mayores: En un estudio, los investigadores evaluaron a 35 adultos mayores sanos (con una edad promedio de 72 años) y descubrieron que quienes consumían dos tazas de fresas al día experimentaron reducciones en la presión arterial sistólica (la presión en las arterias cuando el corazón bombea).
- En personas con colesterol alto leve: El colesterol alto es un factor de riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas. Una investigación en personas con casos leves reveló que el consumo diario de fresas reducía la presión arterial.
- En la población general: En una revisión de estudios sobre los efectos del consumo de bayas en la presión arterial, los investigadores hallaron resultados mixtos para las fresas. Las aronias, las moras azules y las frambuesas mostraron una eficacia más consistente.
Como parte de una dieta cardiosaludable: Junto con las verduras frescas, las proteínas magras y los cereales integrales, las frutas como las fresas forman parte del plan de alimentación llamado Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH). Seguir el plan DASH redujo eficazmente la presión arterial en personas con y sin hipertensión.
Fuente: Very Well Health
