Aunque su aspecto no es muy agradable y su sabor cambia ligeramente, el ajo negro aporta muchos beneficios, así como el ajo blanco. Existe una gran diferencia debido a que posee un compuesto adicional, llamado S-alil-cisteína. Este lo vuelve más efectivo, permite que el cuerpo absorba mejor sus nutrientes esenciales y le otorga casi el doble de antioxidantes.

Su elaboración le confiere altos niveles de vitamina C y alicina, compuestos que refuerzan sus propiedades antioxidantes. Algunas especialistas señalan que posee hasta 7 veces más polifenoles que el ajo blanco, compuestos encargados de defender al cuerpo contra la acción oxidativa de sustancias dañinas, llamadas radicales libres.

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Otros beneficios

  1. Este alimento fortalece nuestro sistema inmunológico al estimular la actividad de los glóbulos blancos, responsables de nuestras defensas. También posee propiedades antivirales y antibacterianas (gracias a la presencia de ajoene y sulfuro de dialilo) que nos protegen contra ciertas infecciones, incluso de aquellas resistentes a los antibióticos.
  2. Algunos ensayos vincularon su consumo con el de las aspirinas en dosis bajas. Esto se debe a que el ajo negro reduce los niveles de homocisteína de la sangre, un compuesto que daña la salud arterial y estimula la acumulación de colesterol. Además, este alimento también aumenta la producción de sulfuro de hidrógeno, una sustancia que mejora la circulación sanguínea.
  3. Sus beneficios sobre la salud cardiovascular también son de ayuda para controlar las migrañas. Gracias a sus propiedades vasodilatadoras, el ajo negro mejora la circulación sanguínea y así, reduce la presión arterial, un factor clave en el desarrollo de los dolores de cabeza.

Recuerda que ningún remedio natural sustituye a un tratamiento médico. Consulta a un especialista si tienes dudas y mantén una buena alimentación.

 

Vía: Hola Doctor