La agorafobia es un miedo intenso que provoca ansiedad y ataques de pánico al estar en un lugar abierto —o poco seguro—. Los miedos que tiene una persona con agorafobia son diferentes para cada individuo; puede ser temor a hacer el ridículo, desmayarse o morir, volverse loco o perder el control.
En ocasiones, estos miedos tienen que ver con la propia anticipación de lo que puede suceder. Es decir, se puede temer a un posible ataque de ansiedad, así como a pasar un mal rato, lo que provoca que la persona se quede en su lugar seguro, que en muchas ocasiones es su casa.
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Síntomas
Cuando una persona con agorafobia se expone a las situaciones que le provocan ansiedad, pueden aparecer los siguientes síntomas.
- Taquicardia.
- Despersonalización o desrealización.
- Parestesias —sensación de quemadura o pinchazos en las manos, brazos, piernas o pies—.
- Sensación de ahogo.
- Sudoración y mareos.
Aunque la mayoría de las personas con agorafobia suele refugiarse en su casa, su reacción siempre dependerá de su miedo. Si temen a tomar un autobús, su lugar seguro será el coche, por ejemplo, o ir a pie. Esto les ayuda a evitar su miedo, impidiendo que lo resuelvan.
Si bien no existe un tratamiento que ayude a las personas a superar este miedo de golpe, la terapia cognitivo-conductual puede ser de gran ayuda. Gracias a la tecnología, los pacientes con esta fobia pueden recibir ayuda de manera online, es decir, sin salir de casa.
Si tienes dudas o consideras que necesitas ayuda, acércate a un especialista en salud mental.
Vía: 20 minutos.es