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estrés-diabetes-adolescentes-2Una investigación reciente afirma que los adolescentes que tienen problemas para hacer frente al estrés pueden tener un mayor riesgo de diabetes tipo 2 en la edad adulta.

Para el estudio, los investigadores examinaron datos de más de 1.5 millones de hombres de 18 años de edad que fueron reclutados en el ejército sueco entre 1969 y 1997. Todos los participantes se sometieron a las pruebas estándar para la capacidad de recuperación del estrés, y ninguno de ellos padecía diabetes a la edad de 18.

Sin embargo, durante el periodo de seguimiento, de 1987 a 2012, más de 34,000 de los hombres fueron diagnosticados con diabetes tipo 2, aseguró el doctor Casey Crump, del departamento de medicina de la Universidad de Stanford en California, junto con sus colegas.

En comparación con los hombres que mostraron la mayor resistencia al estrés cuando tenían 18, los que tuvieron la resistencia más baja al estrés tuvieron 51 por ciento más probabilidades de haber sido diagnosticados con diabetes tipo 2 a futuro, encontraron los científicos.

No obstante, el estudio solo encontró una asociación, y no fue diseñado para probar una relación de causa y efecto entre la capacidad de recuperación del estrés y el riesgo de diabetes.

El estudio se publicó hace unos días en la revista Diabetologia.

Investigaciones previas han sugerido que el estrés en la edad adulta está vinculado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2; pero no se sabía si una baja resistencia al estrés en etapas tempranas de la vida aumenta el riesgo de desarrollar diabetes en la edad adulta.

Existen muchas maneras en las que la resiliencia al estrés puede afectar el riesgo de diabetes tipo 2, y éstas pueden implicar el estilo de vida y otros factores físicos, destacaron los autores.

Por ejemplo, las personas con estrés son más propensos a fumar, comer alimentos poco saludables y tener menores niveles de ejercicio, enfatizaron los expertos.

Se deben hacer más estudios para determinar cómo la capacidad de lidiar con el estrés puede influir en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Y eso puede conducir a formas más eficaces para prevenir la enfermedad de azúcar en sangre, concluyó Crump.

 

Vía: Health Library