La nicotina es la sustancia química del tabaco que provoca la adicción. Ésta llega al cerebro a los pocos segundos y aumenta la liberación de sustancias químicas cerebrales llamadas neurotransmisores, que ayudan a regular el estado de ánimo y el comportamiento.

Cualquier persona que fume o consuma otras formas de tabaco corre el riesgo de convertirse en una persona dependiente de la nicotina. Algunos factores que influyen en quiénes consumen tabaco son:

  1. Edad. La mayoría de las personas empiezan a fumar durante la infancia o la adolescencia. Cuanto más joven seas cuando empieces a fumar, mayores serán las posibilidades de que te vuelvas adicto.
  2. Genética. La probabilidad de que empieces a fumar y sigas fumando puede ser parcialmente heredado. Los factores genéticos pueden influir en la forma en que los receptores de la superficie de las células nerviosas del cerebro responden a las altas dosis de nicotina que suministran los cigarrillos.
  3. Amistades y familia. Los niños que crecen con padres que fuman tienen más probabilidades de convertirse en fumadores. Los niños con amigos que fuman también son más propensos a intentarlo.
  4. Depresión u otra enfermedad mental. Muchos estudios muestran una asociación entre la depresión y el tabaquismo. Las personas que tienen depresión, esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático u otras formas de enfermedad mental tienen más probabilidades de ser fumadores.
  5. Uso de sustancias. Las personas que abusan del alcohol tienen más probabilidades de ser fumadores.

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De acuerdo con Mayo Clinic, el humo del cigarro contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer. Incluso, los cigarros «naturales» o de hierbas tienen sustancias químicas nocivas.

Así que ya lo sabes, si fumas es un buen momento para preocuparte por tu salud y abandonar ese mal hábito. Si tienes dudas, acércate a un profesional de la salud.

 

Fuente: Mayo Clinic