Cualquiera que haya ido alguna vez a una clase de spinning en donde suelen escucharse ritmos pesados y acelerados ​​sabe de primera mano lo fácil que puede volverse un entrenamiento brutal con música. Esto porque las buenas sesiones musicales pueden ayudar a que te distraigas de la intensidad del entrenamiento.

Por ejemplo, una investigación que involucró a 34 participantes descubrió que escuchar música es todavía más efectivo para hacer que un entrenamiento sea vuelva más agradable en comparación con solo mirar un video sin sonido.

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¿Por qué? Pues porque cuanto más eres capaz de perderte en la música y desconectarte de las sensaciones desagradables de una actividad, más placentera se vuelve.

Otro estudio encontró que una buena lista de reproducción también puede ayudar a disminuir tu nivel de esfuerzo percibido, o cuán duro crees que estás trabajando, durante el ejercicio de intensidad baja y moderada. Asimismo, los investigadores descubrieron que la combinación de música y video era más poderosa y que los efectos de esta combinación se incrementaban con el tiempo. Cuanto más tiempo hacían ejercicio los participantes, más poderosa resultaba la música y el video para su rutina.

¡Entonces, no olvides tomar tus auriculares antes de realizar un entrenamiento largo!

Fuente: Healthline