El estiramiento activo es un método para mejorar la flexibilidad. Este consiste en la contracción activa de un músculo (el agonista) como una forma de estirar un músculo opuesto (el antagonista), sin necesidad de que haya una fuerza externa.

El estiramiento activo también suele denominarse estiramiento activo estático, lo que significa que no te mueves, porque la posición final del estiramiento se mantiene durante un tiempo determinado.

Sin embargo, en lugar de mantener el estiramiento con un accesorio, como una correa o una banda, simplemente mantienes el estiramiento con otros músculos. De ahí que se le llame estiramiento activo estático.

Tales estiramientos deben mantenerse durante 10 a 15 segundos, ya que hacerlo por más tiempo suele ser bastante difícil.

Conoce más: 6 excelentes estiramientos para personas con artritis

Un ejemplo de estiramiento activo es acostarse boca arriba en el piso y levantar una pierna estirada hacia el techo hasta que sientas que se estira el tendón de la corva.

Mantener dicha posición sin una correa requiere un trabajo activo de los flexores de la cadera y el núcleo para mantener la pierna en el aire, mientras que los isquiotibiales, los músculos en el lado opuesto de la articulación de la cadera, se estiran de forma estática.

Este método de estiramiento generalmente se realiza después del ejercicio, ya que algunos estudios sugieren una posible disminución de la fuerza y ​​​​la potencia muscular al realizar estiramientos estáticos antes de un entrenamiento.

Si practicas yoga, entonces estás familiarizado con el estiramiento activo. Mantener posturas de yoga requiere fuerza en ciertos músculos mientras que otros músculos opuestos se estiran.

 

Fuente: Healthline