La actividad física es parte fundamental de un estilo de vida saludable. Desafortunadamente, las personas con artritis suelen ser sedentarias y dejan de lado el ejercicio, debido al dolor u otras molestias. 

De acuerdo con el American College of Rheumatology (ACR, por sus siglas en inglés), el ejercicio y la artritis pueden y deben coexistir. De hecho, las personas con artritis que hacen ejercicio de manera regular tienen menos dolor, más energía, mejor calidad del sueño y mejor desempeño en las tareas diarias.

Comenzar lentamente con algunos ejercicios de baja intensidad te ayudará a poner en marcha un programa de ejercicios seguro y adecuado. 

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¿Qué actividades se recomiendan?

  1. Ejercicios terapéuticos. Se enfocan en articulaciones específicas y partes del cuerpo afectadas por la artritis o la cirugía relacionada con esa afección. Un programa de ejercicios terapéuticos suele ser el primer paso para las personas que han estado inactivas.
  2. Actividades recreativas o de esparcimiento. Éstas van desde caminar, jugar al golf y nadar, hasta esquiar o correr. Los ejercicios adecuados son aquellos que pueden realizarse de una manera controlada y segura, que impliquen un riesgo bajo de lesión y que produzcan un impacto leve.
  3. Actividades de mayor intensidad. Se realizan durante períodos más largos y requieren más habilidades y entrenamiento. Se han informado algunos casos de personas con artritis que continúan participando en un deporte de nivel competitivo o que lo retoman. 

Habla con tu reumatólogo u otro profesional especializado en el tratamiento de la artritis sobre tus opciones para incorporar la actividad física y los ejercicios en tu rutina diaria.

 

Fuente: American College of Rheumatology