La alimentación y la actividad física van de la mano. De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, cuándo comes y qué comes puede ser importante para saber cómo te sientes al hacer ejercicio, ya sea que se trate de ejercicios informales o de un entrenamiento intenso. 

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Considera estos consejos para comer y hacer ejercicio.

  1. Desayuna de forma saludable. Si haces ejercicio por la mañana, levántate lo suficientemente temprano para terminar el desayuno al menos una hora antes de tu entrenamiento. Debes estar bien alimentado antes de empezar a entrenar. 
  2. Controla el tamaño de la porción. Ten cuidado de no excederte cuando se trata de cuánto comes antes de hacer ejercicio. Las pautas generales sugieren:
  • Comidas grandes. Por lo menos 3 o 4 horas antes de hacer ejercicio.
  • Comidas pequeñas o refrigerios. De 1 a 3 horas antes de hacer ejercicio.
  1. Come buenas colaciones. La mayoría de las personas pueden comer refrigerios pequeños justo antes del ejercicio y durante éste. Haz lo que funcione mejor para ti. Los refrigerios que se comen poco antes de hacer ejercicio probablemente no te darán energía adicional si tu entrenamiento dura menos de 60 minutos, pero pueden prevenir los retortijones de hambre que distraen. 
  2. Come después de hacer ejercicio. Para ayudar a que los músculos se recuperen y a reponer sus reservas de glucógeno, ingiere alguna comida que contenga hidratos de carbono y proteínas en el plazo de las dos horas posteriores a la sesión de ejercicios.
  3. Bebe agua. No olvides tomar líquidos antes, durante y después del ejercicio para ayudar a prevenir la deshidratación. Si estás haciendo ejercicio durante más de 60 minutos, usa una bebida deportiva. Éstas pueden ayudar a mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo y dar un poco más de energía porque contienen hidratos de carbono.

Si tienes dudas sobre tu alimentación o el entrenamiento que debes seguir según tus necesidades específicas, acude con un profesional de la salud.

 

Fuente: Mayo Clinic