Existen muchos pretextos para no hacer actividad física diariamente. Uno de ellos tiene que ver con la falta de tiempo y el horario laboral. Si bien encontrar el tiempo para hacer ejercicio puede ser un desafío, recuerda que puedes ejercitarte mientras trabajas.

Conoce más: ¿Cómo incluir la actividad física en tu rutina regular?

Especialistas de Mayo Clinic recomiendan seguir estos consejos.

  1. Camina o ve en bicicleta al trabajo. No necesitas vivir cerca de tu oficina para implementar este consejo. Si vas en autobús, en metro o en tu automóvil, bájate unas cuadras antes de lo habitual y camina el resto del trayecto. 
  2. Busca oportunidades para levantarte de la silla. Ponte de pie y camina mientras hablas por teléfono. Si es posible, almuerza de pie o visita a tus compañeros en su escritorio.
  3. Utiliza tus descansos para mantenerte activo. En lugar de quedarte sentado en tus tiempos libres, ve a dar una caminata, sube unos pisos por las escaleras o haz ejercicios de estiramiento.
  4. Lleva un balón suizo a la oficina. Considera la posibilidad de cambiar tu silla de escritorio por un balón suizo o una pelota de estabilidad bien inflada —siempre y cuando puedas mantener el equilibrio sobre la pelota sin ponerte en peligro—. 
  5. Lleva equipo para hacer ejercicio en el trabajo. Guarda bandas de resistencia o pequeñas pesas de mano en un cajón del escritorio o en un gabinete. Haz flexiones de brazos entre reuniones o entre uno y otro trabajo.
  6. Motiva a tus compañeros. Organiza caminatas en grupo durante la hora del almuerzo. Juntos pueden asumir la responsabilidad de hacer ejercicio en forma periódica y alentarse mutuamente cuando se presenten dificultades.
  7. Mantén reuniones sobre la marcha. Lleva a cabo reuniones o sesiones para compartir ideas mientras todos caminan —siempre que resulte práctico—. Pueden hacer la reunión mientras caminan al aire libre.
  8. Aumenta el ritmo si tu trabajo incluye caminar o andar en bicicleta. Cuanto más camines y andes en bicicleta —y mientras más rápido lo hagas— mayores serán los beneficios.
  9. Si debes viajar por trabajo, planifica tu actividad física. Elige un hotel que tenga un gimnasio o lleva tu propio equipo. Las sogas para saltar y las bandas de resistencia son fáciles de llevar en una maleta.
  10. Usa un escritorio unido a una caminadora. Considera la posibilidad de implementar una manera más concreta de caminar y trabajar simultáneamente. No es necesario caminar rápidamente, ni comenzar a sudar.

¿Estás listo para activarte físicamente mientras trabajas? Recuerda que toda actividad física cuenta. Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud. ¡No olvides cuidar tu alimentación!

 

Fuente: Mayo Clinic