Es común comenzar un programa de entrenamiento para después abandonarlo. Esto puede ocurrir por aburrimiento o al no ver resultados rápidamente. Si te sientes identificado con esta situación, sigue estos fantásticos consejos para ayudarte a mantener la motivación.

¡Comencemos!

  1. Comienza con metas simples y luego avanza hacia metas de mayor alcance. Recuerda que tus metas deben ser realistas y alcanzables. Es fácil frustrarse y darse por vencido si tus objetivos son demasiado ambiciosos.
  2. No olvides los ejercicios anaeróbicos. Apunta a incorporar ejercicios de fortalecimiento muscular de todos los principales grupos musculares a tu rutina de ejercicios al menos dos veces por semana.
  3. Busca deportes o actividades que disfrutes y luego varía la rutina para que siga siendo interesante. Si no estás disfrutando tus entrenamientos, prueba algo diferente.
  4. Programa los entrenamientos como lo harías con cualquier otra actividad importante. Si te cuesta encontrar el tiempo para hacer ejercicio, no caigas en las excusas.
  5. Escribe tus metas. Ver los beneficios del ejercicio regular y escribir tus metas en un papel puede ayudarte a mantenerte motivado. También puede ser útil llevar un diario de ejercicios.

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Después de cada sesión de ejercicio, tómate unos minutos para disfrutar de las buenas sensaciones que el ejercicio te proporciona. Este tipo de recompensa interna puede ayudarte a hacer un compromiso a largo plazo con el ejercicio regular.

Ahora que recuperaste el entusiasmo, ¡es momento de empezar a moverte! Establece tus metas, haz que sea divertido y felicítate cada tanto. Recuerda, la actividad física es de por vida. Revisa estos consejos cuando sientas que estás perdiendo motivación.

 

Fuente: Mayo Clinic