Saltar la cuerda es una gran manera para lograr el bombeo adecuado de tu corazón, quemar calorías y divertirte un poco.

Por lo anterior, el Consejo Americano de Ejercicio te ofrece las siguientes pautas para que aprendas a saltar la cuerda correctamente:

  1. Sostén las asas cerca del extremo de la cuerda, manteniendo un agarre ligero.
  2. Dobla los codos cerca de tu cuerpo y relaja los hombros. Asimismo, dobla las rodillas ligeramente.
  3. Utiliza tu muñeca para girar la cuerda, manteniendo un arco suave mientras haces girar la cuerda por encima de tu cabeza y la saltas.
  4. Mantén la cabeza erguida y la espalda recta, asegurándote de no inclinar tu espalda o los hombros.
  5. Aumenta progresivamente la velocidad con la que giras la cuerda y el ritmo al que saltas.
  6. Reduce el impacto en tus articulaciones saltando bajo.

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Por si aún no lo sabías, saltar la cuerda es una forma de ejercicio cardiovascular que beneficia tres aspectos principales de tu salud: la movilidad, la agilidad y la coordinación. Una vez que logras los 120 giros/revoluciones por minuto, serás capaz de gastar la misma cantidad de calorías que si corres una milla (1.6 km) en 12 minutos.

Al principio, busca completar por lo menos un minuto durante los diez primeros días. Cuando te sientas cómodo(a), aumenta poco a poco el tiempo hasta cinco minutos. Una vez logrado esto, intenta saltar alternando tus pies en lugar de hacerlo con los dos juntos, como si estuvieras trotando.

Cuando la coordinación entre tus pies y la cuerda sea perfecta, trata de ir aumentando la elevación de tus talones en cada salto, y ve subiendo cada vez más los talones hacia tus glúteos, así le exigirás más a tu cuerpo y sentirás más intensidad en tu entrenamiento.

Ahora ya sabes, si correr no es lo que más te gusta o tal vez no te sientes seguro(a) en la bicicleta, saltar la cuerda puede ser el ejercicio ideal para ti.

 

Vía: Health Library / BBC News /meridatrainer