Los niños que van a la escuela ponen más atención y tienen un mejor rendimiento en clase si los maestros los elogian por sus buenas acciones, en lugar de regañarlos por las malas que cometan, así lo indica un nuevo estudio publicado en la revista Educational Psychology.

Los investigadores pasaron tres años observando a más de 2,500 estudiantes en 19 escuelas primarias en Missouri, Tennessee y Utah (Estados Unidos). Los niños provenían de 151 clases desde kinder hasta sexto grado.

Los niños exhibieron una concentración 20% -30% mayor en las tareas cuando los maestros los elogiaron, en lugar de reprimirlos, mostró el estudio.

«Desafortunadamente, investigaciones previas han demostrado que los maestros suelen reprender a los estudiantes por problemas de conducta tanto o más de lo que elogian a sus alumnos por un comportamiento apropiado, lo que a su vez puede tener un efecto negativo en las aulas y en el comportamiento de los estudiantes», dijo Paul Caldarella, de la Escuela de Educación de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah, y autor principal del trabajo.

Importancia de «elogiar» a los alumnos en las aulas

«Los elogios son una forma de retroalimentación de los maestros, y los estudiantes necesitan esa retroalimentación para comprender qué comportamiento se espera de ellos y qué comportamiento valoran los maestros», destacó el experto.

Incluso cuando los maestros elogiaron en la misma medida en que reprendieron, el comportamiento de los estudiantes en cuanto a cumplir una tarea alcanzó el 60%, dijo Caldarella.

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«Sin embargo, si los maestros pudieran aumentar su relación de elogios versus reprimendas a una proporción de 2:1 o más, verían aún más mejoras en sus aulas», aseguró.

Los hallazgos de esta investigación sugieren que los elogios son una herramienta poderosa para que los maestros motiven a los estudiantes a trabajar más duro, particularmente a aquellos que tienen dificultades académicas o que son problemáticos en clase.

Los elogios también podrían mejorar el aprendizaje y las calificaciones.

«Todo el mundo valora ser alabado y reconocido por sus esfuerzos, es una gran parte de fomentar la autoestima y la confianza de los niños», aseveró Caldarella.

«Además, desde una perspectiva de conducta, el comportamiento reforzado tiende a aumentar, por lo que si los maestros elogian a los estudiantes por su buen comportamiento, como poner atención en clase, pedir ayuda de manera adecuada, etc., es lógico que dicho comportamiento aumentará y el aprendizaje mejorará», concluyó.

Lo anterior también se puede extrapolar a los padres, quienes desde casa deben reforzar estas conductas para impulsar y mejorar el rendimiento y desempeño de sus hijos en las actividades escolares.

 

Vía: Health Day News