Todos queremos utilizar la ropa una vez que salimos de la tienda. Aunque nuevo suena a limpio, no hay nada peor que este hábito. Por un lado, se encuentran los químicos que se han usado al confeccionar esa prenda y, por otro, la suciedad que pudieron haber dejado otras personas al tocarla.

Durante la elaboración de los textiles, se usan productos químicos que pueden provocar enfermedades en la piel. Por ejemplo, el algodón se pulveriza con pesticidas en el campo, sin olvidar los tintes que se utilizan para dar color a cada prenda.

Todos estos agentes químicos están presentes en la ropa nueva y pueden llegar a causar dermatitis, entre otras enfermedades. Esto ocurre con mayor frecuencia en la ropa deportiva, debido a las fibras sintéticas —como nylon y poliester—, cuya fabricación supone el uso de productos químicos.

«Si un paciente viene con una erupción alrededor de la parte posterior del cuello y en los costados de las axilas, la primera pregunta que le hago es qué se pone cuando hace ejercicio», señaló la dermatóloga Susan Nedorost, directora del programa de dermatitis del Hospital de la Universidad de Cleveland, en Estados Unidos.

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Las personas que sufren de dermatitis alérgica corren mayor peligro. Esto se debe a que el colorante o producto químico puede filtrarse sobre las heridas de la piel, activando el sistema inmunológico y creando una sensibilidad duradera.

Recomendaciones

  1. Cuando vayas a probarte ropa, intenta hacerlo encima de las prendas que ya traes puestas.
  2. Lava la ropa nueva antes de usarla, principalmente las prendas íntimas.
  3. Si la prenda no se puede lavar en el momento, pásala por el ciclo de secado de aire caliente.

 

Vía: 20 minutos.es