A pesar de que puede sonar como un término relativamente nuevo, lo cierto es que la procrastinación es un comportamiento que los seres humanos han experimentado desde hace décadas.

¿Qué es procrastinar? Se refiere, básicamente, a evadir conscientemente una tarea en cuestión, realizando otras tareas menos relevantes. Además, las personas que procrastinan saben que hacerlo es una mala idea, pero aún así lo hacen.

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“Esta es la razón por la que decimos que la procrastinación es esencialmente irracional. No tiene sentido hacer algo que sabes que tendrá consecuencias negativas”, indicó Fuschia Sirois, profesora de Psicología en la Universidad de Sheffield, en Inglaterra.

¿Puede afectar la salud?

Contrario a lo que muchas personas consideran, evadir tareas y postergarlas en verdad puede traer consigo problemas de salud a largo plazo.

“Las personas se enganchan en este círculo irracional de procrastinación crónica debido a una incapacidad para manejar estados de ánimo negativos en torno a una tarea”, expuso Sirois.

Procrastinar es una manera poco saludable de enfrentar las emociones desafiantes y estados de ánimo negativos generados por ciertas tareas: aburrimiento, ansiedad, inseguridad, frustración, resentimiento y más, explicó.

De acuerdo con la experta, con el paso del tiempo, la procrastinación crónica puede tener costos no solo en la productividad, sino en la salud mental y física, incluidos:

-Estrés crónico.

-Angustia general psicológica.

-Baja autoestima y satisfacción con nuestra vida.

-Síntomas de depresión y ansiedad.

-Hábitos deficientes de salud.

Consejos

Para evitar que procrastinar se convierta en algo rutinario y que pueda llegar a afectar la salud, los expertos resaltan que atacarla de raíz es la mejor opción. Para lograrlo recomiendan realizar acciones como:

1. Regla de los ‘10 minutos’.- Si una tarea puede realizarse en menos de 10 minutos, se debe realizar ya, aunque no sea urgente o prioritaria.

2. Evitar las distracciones.- Silenciar las notificaciones del celular o acoplar una habitación especialmente para trabajar.

3. Hacer las cosas de una en una.- Expertos señalan que la sensación de control es fundamental para no sentirse abrumado y desbordado.

4. Fijar plazos inaplazables.- Autoimponerse fechas límite y convencerse de que son improrrogables es fundamental, ya que de no tener una fecha definida, todo se diluye y se vuelve abstracto en nuestra mente.

5. Gestionar nuestra energía, no el tiempo.- Programar las tareas que requieren más concentración en las horas más productivas.

 

Vía: The New York Times