La pérdida de audición se relaciona con diversos factores, como el envejecimiento, las infecciones, la meningitis, los ruidos fuertes, entre otros. Sin embargo, existe una causa de la poco se habla: el ejercicio intenso. Esto puede ocurrir al realizar grandes esfuerzos o entrenamientos extremos que buscan llevar el cuerpo al lÃmite de su resistencia.
Tal vez no lo sabÃas, pero este tipo de entrenamiento ocasiona presión dentro de los oÃdos. Todo comienza al retener la respiración, acción que produce presión en el oÃdo interno y provoca un daño. A esto pueden sumarse otros factores ambientales, como el volumen elevado de la música en los gimnasios. Un combo peligroso que deteriora la audición.
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Tipos de daño auditivo
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación, existen dos lesiones que pueden producirse por esfuerzo.
- FÃstula perilinfática. Se trata de una fuga del lÃquido del oÃdo interno al oÃdo medio. Provoca inestabilidad, mareo y náuseas.
- SÃndrome del mal de desembarco. Es una sensación de balanceo y falta de equilibrio continuo. Los sÃntomas desaparecen a las pocas horas o dÃas de suspender el ejercicio que lo provocó.
Recomendaciones
Recuerda, la pérdida de audición deteriora la calidad de vida y provoca estrés, ansiedad, insomnio, entre otros problemas. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones.
- No interrumpas tus jornadas de actividad fÃsica, en su lugar, toma precauciones. Evita aguantar demasiado la respiración, asà como los cambios drásticos en la presión del aire.
- Evita escuchar música a volumen elevado, no importa si estás entrenando o no. Cuanto más frecuentemente estés expuesto a los sonidos fuertes a lo largo del tiempo, más daño se producirá.
- Acude con un médico y realÃzate una prueba de audición tan pronto como sea posible, especialmente si realizas ejercicios de alta intensidad con regularidad.
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