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El endurecimiento de las arterias, o arteriosclerosis, acontece cuando se acumula grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias. Estos depósitos se denominan placas y, con el tiempo, pueden estrechar u obstruir completamente las arterias y causar problemas en todo el cuerpo.

La arteriosclerosis suele conducir a patologías graves, como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares. Pese a su importancia, existe desinformación, así como diversos mitos alrededor de la enfermedad. A continuación aclaramos algunos de ellos.

1. El colesterol es cuestión de cifras.

Para una buena valoración de las cifras de colesterol —y el resto del perfil lipídico—, deben tomarse en cuenta diferentes factores de riesgo, como hipertensión, diabetes, sedentarismo y antecedentes familiares. Una simple cifra de colesterol aislada aporta poco. Es importante que un médico evalúe cada caso.

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2. La arteriosclerosis afecta únicamente a las personas de mayor edad.

Actualmente, un alto porcentaje de la población enfrenta factores de riesgo que favorecen la aparición de arteriosclerosis, como el sobrepeso y la obesidad. Tan sólo en México, siete de cada 10 adultos, cuatro de cada 10 jóvenes y uno de cada tres niños padece problemas de peso.

3. Las mujeres y los hombres no deben cuidarse de igual forma.

Tanto hombres como mujeres corren el riesgo de padecer colesterol elevado y arteriosclerosis si mantienen malos hábitos. Los cuidados cardiovasculares deben ser evaluados de igual forma desde temprana edad.

4. No es seguro disminuir el colesterol hasta cifras muy bajas.

Según especialistas, es seguro disminuir los niveles de colesterol LDL (o malo) hasta 10 mg/dl en pacientes que ya han sufrido una enfermedad cardiovascular, como el infarto de miocardio. Esto puede lograrse a través de un estilo de vida saludable y un tratamiento farmacológico recetado por un médico.

5. La dieta mediterránea no disminuye el riesgo de arteriosclerosis.

La dieta mediterránea se basa en un elevado consumo de diversos productos: cereales no refinados, legumbres, frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva y pescado. Se considera una dieta cardiosaludable, al ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares. 

 

Vía: EFE Salud