Muchas personas comen demasiados alimentos elevados en sal, y los niños no son la excepción. Los padres deben sentar las bases para mejorar los hábitos tanto propios como de los pequeños, al poner límites a los alimentos salados desde un principio.

Para lograrlo, la Sociedad Americana del Corazón sugiere:

  1. Evita dar a los niños demasiados alimentos con alto contenido de sal, como pizza, carnes deli, pretzels, sopas, queso y nuggets de pollo.
  2. Limita los alimentos envasados y el comer en restaurantes.
  3. Tú mismo como papá o mamá debes poner un buen ejemplo, comiendo sano la mayor parte del tiempo.
  4. Haz que los niños participen en la preparación de las comidas.
  5. Si comes fuera de casa, echa un vistazo a la información nutricional del restaurante para buscar opciones reducidas en sal.

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Recuerda que ingerir grandes cantidades de sal se ha asociado con diversas enfermedades no transmisibles (como hipertensión, padecimientos cardiovasculares o accidentes cerebrovasculares), de modo que rebajar su consumo puede reducir la presión arterial y el riesgo de dichas enfermedades, así como mejorar la densidad mineral ósea y mitigar, en general, las consecuencias negativas del consumo de grandes cantidades de sodio.

Los últimos datos indican que en el mundo se consume mucho más sal de la necesaria para la actividad fisiológica. En muchos casos, el consumo supera por mucho lo recomendado en la actualidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son 2 gramos de sodio (equivalentes a 5 gramos de sal) al día.

Cuida de tu salud y la de tus hijos, y sigue estas recomendaciones para que ya no le pongas tanta sal a tu comida, pues a la larga sólo trae consecuencias negativas para el organismo.

 

Vía: Health Library / OMS