La alimentación puede ayudar a disminuir el progreso de una enfermedad renal o evitar que suceda. Algunos alimentos son mejores que otros, en cuanto al cuidado de los riñones se trata.
A continuación, te aconsejamos seguir tres pasos para lograr un balance en tu dieta.
- Elige y prepara alimentos con menos sal y sodio. Para ayudar a mantener tu presión arterial al nivel establecido, tu dieta debe contener menos de 2,300 miligramos de sodio al día.
 
- Compra alimentos frescos y evita aquellos que se encuentren empaquetados —contienen sal—.
 - Utiliza especias, hierbas y condimentos sin sodio en lugar de sal.
 - Comprueba la etiqueta de información nutricional en los paquetes de alimentos para ver cuánto sodio contienen.
 - Prueba las opciones bajas en sodio de las comidas congeladas.
 - Enjuaga los vegetales, granos, carnes y pescados antes de ingerirlos.
 
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- Come la cantidad y el tipo correcto de proteínas. La proteína se encuentra en los alimentos que provienen de animales o de plantas. Algunos de ellos son:
 
- Pollo.
 - Cerdo.
 - Pescado.
 - Carne roja.
 - Huevos.
 - Leche y productos de la leche, como el queso y el yogur.
 - Frijoles.
 - Nueces.
 - Granos y cereales.
 
- Escoge alimentos que sean saludables para el corazón, con el fin de evitar que las grasas se acumulen en los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones.
 
- Prepara los alimentos a la parrilla, al horno, asados o salteados, en lugar de freír en aceite o grasa.
 - Cocina con aceite en aerosol, y utiliza una cantidad pequeña de aceite vegetal en lugar de mantequilla.
 - Quita la grasa de la carne y el pollo antes de comer.
 
Vía: Programa Nacional de Educación sobre la Enfermedad de los Riñones



										


