piercingOptar por utilizar un piercing, ya sea por moda o como medida estética, requiere ciertas precauciones. Existen riesgos específicos dependiendo de la zona del cuerpo que decidas perforar.

¡Presta atención a lo siguiente!

  1. Lóbulo de la oreja. Muchas personas ignoran que perforar esta parte de cuerpo puede desencadenar alergia a determinados metales, además de ser una zona muy propensa a la proliferación de costras. Es una perforación común, más deben seguirse cuidados higiénicos.
  2. Ceja. Debe tomarse en cuenta que en este sitio se acumula gran cantidad de sudor, por lo que es propenso a infectarse. Presta atención en dónde colocas el arete, pues en la zona central se concentran nervios y vasos sanguíneos.
  3. Pezón. Debido a que es una zona que roza constantemente con la ropa, podría infectarse. Además existe el riesgo de desgarro. Algo similar ocurre con el ombligo.
  4. Nariz. Si perforas el cartílago pueden aparecer queloides, lesiones formadas por crecimientos exagerados de tejido cicatricial. Aunque esto puede ocurrir en cualquier herida, los queloides son muy comunes en esta parte del cuerpo.
  5. Labio. Es una de las zonas más complejas, no sólo por el riesgo de infección, sino por el peligro para los dientes y la boca en general. Con el paso del tiempo y el roce del pendiente, podemos estropear y debilitar la dentadura.

Conoce más: 5 cuidados para las perforaciones en las orejas

Otros riesgos

  • Erisipela. Infección en la piel que se manifiesta con lesiones en forma de placas rojas, fiebre alta y escalofríos.
  • Hepatitis. Inflamación del hígado causada por el ataque de virus (A, B, C, D o E) que puede ocasionar deficiencias en el órgano.
  • Impétigo. Infección en la piel por infestación de bacterias que da lugar a la formación de ulceraciones y ampollas llenas de agua o pus.
  • Sida. Última fase de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, caracterizada por destruir las defensas del organismo.
  • Tétanos. La bacteria causante de esta enfermedad generalmente se encuentra en el suelo, pero puede introducirse a heridas de cualquier parte del cuerpo. Da lugar a rigidez muscular, convulsiones e incapacidad para respirar.

 

Vía: Salud y medicinas/ Teens Health/ Vitónica