Las perforaciones en tus orejas podrían infectarse si no les brindas los cuidados apropiados.
Ante ello, la Academia Americana de Dermatología recomienda:
- No toques tus orejas si han sido perforadas recientemente, a menos que hayas lavado tus manos.
- Cuando las orejas han sido recién perforadas, no debes quitarle los pendientes o aretes durante al menos seis semanas, a fin de prevenir que los agujeros se cierren.
- Un par de veces al día, gira suavemente los pendientes o aretes para ayudar a mantener abiertos los agujeros en los lóbulos de las orejas.
- Utiliza un algodón humedecido en alcohol para limpiar gentilmente y a diario tus orejas, haciéndolo un par de veces por día.
- Aplica una capa ligera de vaselina en los lóbulos perforados.
Siempre que te realices o realicen una perforación, asegúrate de que sea en un área limpia y libre de gérmenes, y que sepas o sepan realizarla con todas las medidas de seguridad y accesorios requeridos (guantes, instrumental esterilizado, etc). La perforación normalmente debe asearse con agua tibia y jabón dos veces al día.
Nunca te perfores tú misma(o) si no sabes cómo hacerlo, y nunca dejes que lo haga alguien que no tenga conocimiento o que no sea un profesional. Lo anterior te ayudará a prevenir la aparición de infecciones.
También debes seleccionar cuidadosamente la joyería; evita aquella cuyo material sea latón o níquel, pues podría causarte una reacción alérgica. Es recomendable que uses joyería de titanio, oro de 14 quilates o acero graduado quirúrgicamente.
Si llegas a presentar un enrojecimiento persistente alrededor de la perforación puede que se haya infectado, por lo que es recomendable que acudas a revisión médica a la brevedad.
Vía: HealthDay News, FamilyDoctor