Tu salud puede verse afectada de forma negativa cuando tu entorno, tus comportamientos y tu ritmo circadiano (el «reloj biológico» del cuerpo) no están alineados. Si comes cuando tu cuerpo espera que estés durmiendo o descansando, esto puede alterar tu sistema.
Mantener un patrón de alimentación regular y constante ayuda a:
- Regular la melatonina y el ritmo circadiano.
- Las alteraciones del ritmo circadiano se han asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
- Reducir la sensación intensa de hambre y los síntomas que la acompañan, como los cambios de humor.
- Satisfacer las necesidades energéticas y nutricionales, así como favorecer una digestión adecuada.
- Consejos para comer en sincronía con tu reloj interno
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Un patrón de alimentación regular recomendado por los especialistas suele ser el siguiente:
- Desayuna todos los días, de preferencia una o dos horas después de despertarte.
- Si almuerzas, intenta hacerlo unas cuatro o cinco horas después del desayuno.
- Cena al menos dos o cuatro horas antes de acostarte.
- Si es necesario, come un refrigerio que incluya una mezcla de proteínas, carbohidratos y grasas saludables entre el desayuno y el almuerzo, y/o entre el desayuno y la comida y/o entre la comida y la cena, pero no después de la cena.
Fuente: Very Well Health







