Las verrugas y los acrocordones son crecimientos cutáneos benignos que suelen tener un aspecto distinto, pero ambos pueden ser molestos o incómodos. Las verrugas, causadas por el virus del papiloma humano (VPH), son contagiosas, mientras que los acrocordones no lo son.
Diferencias clave
La ubicación y la firmeza son dos maneras de distinguir las verrugas de los acrocordones:
- Una verruga es un bulto pequeño y duro debajo de la piel que puede aparecer en las manos, las rodillas o la planta de los pies.
- Un acrocordón es un pequeño colgajo de piel suave que suele aparecer en zonas de fricción, como las axilas, las ingles o el cuello.
Las verrugas más comunes son lesiones cutáneas pequeñas, firmes y granulosas que por lo general aparecen en los dedos o las manos. Pueden ser del color de la piel, blancas o café claro. Se sienten ásperas y pueden tener vasos sanguíneos coagulados, que aparecen como pequeños puntos negros.
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Las verrugas suelen crecer en la capa superior de la piel (la epidermis). Aunque son poco frecuentes, pueden ser dolorosas. En ocasiones, su apariencia o color cambian. En personas con sistemas inmunitarios debilitados, las verrugas pueden propagarse o reaparecer.
Por su parte, los acrocordones son crecimientos benignos compuestos de vasos sanguíneos y colágeno (una proteína estructural de la piel). A veces se confunden con tumores cancerosos de la piel, pero suelen permanecer pequeños, mientras que los cánceres de piel pueden aumentar de tamaño y sangrar.
Los acrocordones son del mismo color que la piel o más oscuros. También pueden ser rosados y enrojecerse al irritarse. Generalmente, los acrocordones cuelgan de un tallo, pero también pueden estar adheridos a la piel.
Si tienes más dudas sobre las verrugas y los acrocordones, consulta a un(a) dermatólogo(a).
Fuente: Very Well Health







