Los espárragos son verduras duras que tienen forma de lanza, los cuales por lo general se sirven cocidos debido a su textura. El espárrago cocido es tierno, lo que facilita su consumo y le otorga una mayor actividad antioxidante.

Cocinar los espárragos puede reducir su contenido de vitamina C. Por ello, para proteger su contenido vitamínico, opta por un método de cocción rápida, como cocinar al vapor o en salteado.

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Por otro lado, las zanahorias cocidas pueden aportar más nutrientes que las crudas. Estas son ricas en carotenoides, pigmentos vegetales de colores que les brindan su color naranja. Tales pigmentos poseen potentes propiedades antioxidantes relacionadas con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.

Asimismo, cocinar las zanahorias incrementa la biodisponibilidad de los carotenoides. Esto significa que el cuerpo puede absorberlos en mayor cantidad. Diversas investigaciones han demostrado que la absorción de betacaroteno es 6.5 veces mayor en las zanahorias salteadas que en las crudas.

 

Fuente: Very Well Health