El orégano se considera una hierba básica en muchas cocinas alrededor del mundo. Es rico en antioxidantes, compuestos que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo.
La acumulación de radicales libres se ha relacionado con enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Varios estudios de laboratorio han demostrado que el orégano y el aceite de orégano son ricos en antioxidantes.
El aceite esencial de orégano es especialmente rico en carvacrol y timol, dos antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el daño celular causado por los radicales libres.
En combinación con otros alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, el orégano podría aportar una dosis considerable de antioxidantes que podrían ayudar a mejorar la salud.
Conoce más: Clavo y orégano, dos especias que no deben faltar en tu despensa
Con base en lo anterior, el orégano contiene ciertos compuestos con potentes propiedades antibacterianas.
Un estudio de probeta demostró que el aceite esencial de orégano ayudó a bloquear el crecimiento de Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa, dos cepas bacterianas que pueden causar infecciones.
Otro estudio de este tipo descubrió que el orégano era eficaz contra 23 especies de bacterias.
Sumado a ello, una investigación comparó la actividad antimicrobiana de los aceites esenciales de orégano, salvia y tomillo. El orégano fue uno de los aceites esenciales más eficaces contra las bacterias, después del tomillo.
La investigación actual se limita a estudios de probeta que han utilizado cantidades concentradas de esta hierba. Por lo tanto, se requiere más investigación para determinar cómo estos resultados podrían afectar a los seres humanos.
Fuente: Healthline