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La hipertensión arterial es una condición que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero una alimentación adecuada puede ser una herramienta poderosa para controlarla y prevenir complicaciones.

1. Reduce el consumo de sal y alimentos procesados

El exceso de sodio eleva la presión arterial. Limitar la sal en la mesa, evitar embutidos, sopas instantáneas y alimentos ultraprocesados ayuda a mantener niveles más estables de presión. Usar hierbas y especias naturales es una alternativa saludable para dar sabor.

2. Incrementa frutas, verduras y alimentos frescos

Estos alimentos son ricos en potasio, magnesio y fibra, nutrientes que ayudan a regular la presión arterial y mejorar la salud del corazón. Se recomienda incluir al menos cinco porciones al día.

3. Elige grasas saludables

Sustituir grasas saturadas por insaturadas, como las presentes en aguacate, nueces, semillas y aceite de oliva, es beneficioso. Este cambio favorece la circulación y reduce el riesgo cardiovascular.

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4. Modera el consumo de alcohol y cafeína

Beber en exceso puede elevar la presión arterial. Mantener un consumo moderado o evitarlos contribuye al control de la hipertensión.

Adoptar estos cambios en la alimentación, junto con actividad física regular y seguimiento médico, es clave para manejar la hipertensión y mejorar la calidad de vida.

 

Fuente: American Heart Association