La tos después de comer puede deberse a una ingesta inadecuada de alimentos y a diversas afecciones médicas, como reflujo ácido, alergias alimentarias, infecciones de las vías respiratorias superiores y disfagia (dificultad para tragar). La tos frecuente o intensa después de comer debe ser evaluada por un profesional de la salud.
Una de las mejores maneras de prevenir la tos durante o después de comer es identificar y evitar los alérgenos y los desencadenantes alimentarios. No obstante, otras medidas útiles incluyen:
- Comer porciones más pequeñas
- Comer despacio y masticar bien
- Tomar pequeños sorbos de agua entre bocados
- Beber abundante agua durante el día
- Comer sentado(a)
- No acostarse después de las comidas
- Beber una bebida caliente con miel
- Tratar afecciones subyacentes
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RECUERDA: Es probable que tener tos ocasional después de comer no sea un problema. Sin embargo, si toses con frecuencia después de comer, deberías consultar a un profesional de la salud.
Además, si padeces una afección médica como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) no controlada, disfagia o neumonía por aspiración, es fundamental que consultes a tu médico, ya que ella/él podrá evaluar tu afección y crear un plan de tratamiento personalizado.
Fuente: Very Well Health