Los embutidos y el tocino suelen contener mucha sal. Por ejemplo, una porción de salami contiene 910 mg de sodio, y tan solo tres rebanadas de pavo pueden contener más de 1,000 mg.
Opciones más saludables incluyen al rosbif, el lomo de cerdo, el pollo asado o a la parrilla y el pavo sin conservantes añadidos. Cómpralos en pequeñas cantidades o congélalos en porciones.
Una porción de 56 g de pavo asado (sin piel) contiene aproximadamente 40 mg de sodio; 56 g de rosbif contienen solo 26 mg.
El pan es otra fuente oculta de sodio: aproximadamente 200 mg por rebanada. Debido a que se acumula rápidamente, prueba acompañar medio sándwich con una ensalada para reducir el sodio.
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Beber alcohol tampoco es bueno para el corazón, ya que eleva la presión arterial. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como diversos estudios han coincidido: ninguna cantidad de alcohol es segura para la salud.
El consumo crónico de alcohol puede provocar un aumento de la presión arterial con el paso del tiempo, e incluso una sola bebida puede alterar el funcionamiento de los medicamentos para la presión arterial.
Si bebes habitualmente, también debes saber que el alcohol puede hacerte subir de peso: el alcohol contiene muchas calorías y, si tienes sobrepeso, posees un mayor riesgo de desarrollar hipertensión.
Fuente: Very Well Health