Lavarse las manos es una de las maneras más sencillas y eficaces de protegerte y proteger a los demás de las enfermedades. A lo largo del día, las manos entran en contacto con superficies que pueden contener gérmenes dañinos, por lo que es fundamental lavarse las manos varias veces, especialmente antes de preparar alimentos y después de ir al baño.
Lavarte las manos a fondo y con regularidad, puede reducir la propagación de bacterias y virus, lo que contribuye a proteger tu salud y la de tu familia.
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Concretamente, es importante lavarse las manos en momentos clave para prevenir la propagación de gérmenes y enfermedades. Estas son algunas situaciones en las que siempre debes lavarte las manos:
- Después de ir al baño
 - Después de toser, estornudar o sonarse la nariz
 - Después de tocar basura o manipular platos sucios
 - Después de cuidar a alguien enfermo
 - Después de tocar animales, su comida o desechos
 - Después de cambiar pañales o limpiar después de un niño que ha ido al baño
 - Después de entrar del exterior o tocar superficies en espacios públicos, como manijas de puertas o carritos de compras
 - Después de tocar composta o basura
 - Cada vez que tengas las manos sucias o manchadas
 - Antes y después de preparar o manipular alimentos
 - Antes de comer
 - Antes y después de curar una herida o cortadura
 - Antes y después de ponerte lentes de contacto
 
Fuente: Very Well Health




										


