Puede resultar aterrador no saber si los lapsos repentinos de pérdida de memoria u otros cambios cognitivos son simplemente un aspecto natural del envejecimiento o una señal temprana de deterioro cognitivo leve (DCL). El DCL se encuentra entre el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento y los signos más graves de la demencia. Con el DCL, algunos cambios son notorios pero por lo general no impiden la capacidad de realizar las funciones diarias.

El primer paso es consultar a tu médico de atención primaria para analizar tus síntomas, revisar tu salud general y tus inquietudes, así como para evaluar los antecedentes familiares de demencia. Un momento ideal para esto puede ser una visita de bienestar anual.

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Antes de tu visita, haz una lista de tus inquietudes cognitivas específicas para compartirlas con tu médico. Asimismo, lleva a un familiar o amigo(a) a tu cita. Su apoyo puede calmar tus nervios, además de que puede brindar sus propias observaciones.

Una prueba de detección cognitiva en el consultorio dura entre cinco y quince minutos. La prueba puede incluir:

  • Repetir una lista de palabras inmediatamente y luego otra vez después de un breve retraso
  • Recordar información personal como direcciones o cumpleaños
  • Nombrar objetos en una imagen
  • Responder preguntas sobre eventos recientes
  • Dibujar un reloj para evaluar la orientación espacial

Los resultados pueden indicar un problema potencial, pero generalmente no son suficientes para un diagnóstico formal de deterioro cognitivo leve. Con base en los resultados de tu prueba y la evaluación de tu médico, es posible que debas someterte a más pruebas y evaluaciones.

 

Fuente: Harvard Medical School