Existen muchas maneras en las que ayudar al prójimo puede mejorar nuestra mente y nuestro estado de ánimo. Una de ellas es desviar nuestra atención de nuestros propios problemas.

Según los expertos, centrar demasiado la atención en uno mismo se relaciona con más pensamientos negativos y con un mayor riesgo de ansiedad y depresión, pero ayudar a los demás redirecciona nuestra energía y nos ayuda a darnos cuenta de que tenemos algo que ofrecer a las personas, y que a veces requieren de nuestra ayuda.

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Asimismo, servir a los demás ayuda a la salud cerebral de otras maneras. Aumenta las conexiones sociales, lo que puede proteger contra la soledad y la depresión, y mejora las habilidades de la función ejecutiva, como la planificación, la atención y la memorización de tareas. Y cuando ayudas a los demás, tu cerebro libera sustancias químicas que te hacen sentir bien, como la serotonina y la dopamina.

No necesitas dedicar mucho tiempo para cosechar estos beneficios. Un estudio publicado en el año 2020 descubrió que los adultos mayores que realizaban algún tipo de trabajo de servicio durante dos horas a la semana se sentían más optimistas, además de que mostraron un mayor sentido de propósito en comparación con los que no realizaban ningún servicio.

 

Fuente: Harvard Medical School