Hacer ejercicio con una agenda apretada puede volverse un obstáculo para un régimen exitoso. Sin embargo, las personas no necesitan dedicar mucho tiempo extra al ejercicio para obtener sus beneficios.
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Por ello, a continuación te ofrecemos algunos tips para adaptar la actividad física a una agenda ocupada:
- Valora qué viajes en coche o transporte público puedes sustituir por caminar o andar en bicicleta. ¿Es necesario manejar al trabajo? Si es así, intenta estacionarte a medio kilómetro de distancia de la oficina y camina el último tramo.
- Las personas que viajan al trabajo en transporte público podrían intentar bajarse del autobús o del tren unas paradas antes y caminar el resto del camino.
- Considera subir y bajar escaleras en tu oficina en lugar de tomar elevadores o escaleras eléctricas.
- Trata de pensar en la cantidad de tiempo que pasas viendo televisión y evita ver programas en exceso. Mientras miras TV durante períodos prolongados, los ejercicios ligeros, como abdominales o saltos de tijera, pueden ayudar a una persona a incluir más actividad física en su día a día.
- Si a una persona le gustan los videojuegos, podría considerar jugar juegos que fomenten la actividad física.
- Las tareas domésticas vigorosas, la jardinería y subir y bajar escaleras mientras se realizan las tareas del hogar también se consideran actividad física. Asimismo, pueden ayudar a las personas a cumplir las pautas establecidas por los médicos de manera productiva.
Es probable que las personas reciban el mayor beneficio al practicar ejercicios que disfruten y que se adapten a su estilo de vida.
Fuente: Medical News Today
