La dispraxia es un trastorno neurológico que afecta la capacidad de un individuo para planificar y procesar tareas motoras.

Las personas con dispraxia tienen problemas de movimiento y coordinación, pero la condición no afecta la inteligencia, aunque sí puede afectar algunas habilidades cognitivas. También puede afectar los sistemas inmunológico y nervioso.

También se le conoce como dificultades del aprendizaje motor, disfunción perceptivo-motora y trastorno del desarrollo de la coordinación. Antes se usaban los términos “daño cerebral mínimo” y “síndrome del niño torpe”, pero ya no se utilizan en la actualidad.

De acuerdo con el Centro Nacional para Discapacidades del Aprendizaje, las personas con dispraxia tienen dificultades para planificar y completar tareas de motricidad fina y gruesa. Esto puede variar desde movimientos motores simples, como decir adiós con la mano, hasta otros más complejos, como secuenciar los pasos para cepillarse los dientes.

La dispraxia del desarrollo es una inmadurez de la organización del movimiento. El cerebro no procesa la información de una manera que permita una transmisión completa de los mensajes neuronales.

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Cabe mencionar que a una persona con dispraxia le resulta difícil planificar qué hacer y cómo hacerlo.

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Eventos Cerebrovasculares de Estados Unidos (NINDS) describe a las personas con dispraxia como «desincronizadas» con su entorno.

Los expertos afirman que alrededor del 10 por ciento de la población padece algún grado de dispraxia, mientras que aproximadamente el 2 por ciento la experimentan de manera grave. Específicamente, 4 de cada 5 niños con dispraxia evidente son varones, aunque existe cierto debate sobre si la dispraxia podría estar infradiagnosticada en las niñas.

Los síntomas tienden a variar dependiendo de la edad del individuo. Algunos de los síntomas generales de la dispraxia incluyen los siguientes:

  • Mal equilibrio
  • Postura pobre
  • Fatiga
  • Torpeza
  • Diferencias en el habla
  • Problemas de percepción
  • Mala coordinación ojo-mano

 

Fuente: Medical News Today