El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno de salud mental que puede causar niveles por encima de lo normal de conductas hiperactivas e impulsivas. Las personas con TDAH también pueden tener problemas para concentrar su atención en una sola tarea o permanecer sentadas durante largos períodos de tiempo. Tanto los adultos como los niños pueden tener el trastorno.

Para que los diagnósticos de TDAH sean más consistentes, la American Psychiatric Association (APA) ha agrupado la afección en tres categorías o tipos:

1. Tipo predominantemente desatento

Como sugiere el nombre, las personas con este tipo de TDAH tienen dificultad extrema para concentrarse, terminar tareas y seguir instrucciones.

Los expertos también piensan que muchos niños con el tipo de TDAH desatento podrían no recibir un diagnóstico adecuado debido a que no suelen interrumpir en el salón de clases. Este tipo es más común entre las niñas con TDAH.

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2. Tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo

Las personas con este tipo de TDAH muestran, principalmente, un comportamiento hiperactivo e impulsivo. Esto puede incluir inquietarse, interrumpir a las personas mientras hablan y no poder esperar su turno.

Aunque la falta de atención es una preocupación menor con este tipo de TDAH, las personas que lo padecen pueden tener dificultades para concentrarse en las tareas.

3. Tipo combinado: hiperactivo-impulsivo y desatento

Este es el tipo más común de TDAH. Las personas que lo presentan manifiestan síntomas tanto de falta de atención como de hiperactividad. Estos incluyen la incapacidad para prestar atención, una tendencia a la impulsividad y niveles de actividad y energía por encima de lo normal.

El tipo de TDAH que tú o tu hijo(a) tengan determinará cómo debe tratarse. El tipo que tengas puede cambiar con el tiempo, por lo que tu tratamiento también puede cambiar.

Si deseas más información sobre los tres tipos de TDAH, consulta a un especialista en el ramo.

 

Fuente: Healthline