La terapia de humor (a veces llamada humor terapéutico) utiliza el poder de las sonrisas y la risa para promover la curación. La terapia de humor te ayuda a encontrar formas de hacer que tú (u otros) sonrÃan y rÃan más. Cuando pienses en la terapia de humor, imagÃnate a payasos en la sala infantil de un hospital animando a los niños enfermos. Algunos hospitales ahora tienen carritos de humor que brindan materiales divertidos para personas de cualquier edad. Muchas enfermeras han aprendido el valor de hacer reÃr a las personas a las que cuidan.
Los cientÃficos han investigado la relación entre la mente y el cuerpo, especialmente en relación con la capacidad del organismo para sanar (un campo llamado psiconeuroinmunologÃa). La risa parece cambiar la quÃmica del cerebro y puede estimular el sistema inmunológico.
El humor puede permitir que una persona se sienta en control de una situación y hacer que parezca más manejable. Asimismo, permite que las personas liberen los miedos, la ira y el estrés, que pueden dañar el cuerpo con el tiempo. El humor mejora la calidad de vida.
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¿Para qué sirve la terapia de humor?
Cualquier persona puede utilizar esta terapia, ya sea de forma preventiva o como parte del tratamiento de cualquier enfermedad. Las personas suelen usarla en el tratamiento de enfermedades a largo plazo (crónicas), especialmente aquellas que empeoran con el estrés (como enfermedades cardÃacas y asma). Las enfermedades crónicas tienen un efecto negativo en el estado de ánimo y la actitud, lo que puede empeorar tales afecciones. La terapia de humor ayuda a reducir los efectos negativos de sentirse mal, fuera de control, asustado(a) o indefenso(a), que son problemas comunes para las personas con cáncer o padecimientos crónicos.
Además, el humor terapéutico es valioso como medida preventiva para los cuidadores de personas con enfermedades crónicas. Los cuidadores corren un alto riesgo de enfermarse, y la terapia de humor puede ayudar a liberar el estrés que genera ser cuidador. Cabe destacar que los cuidadores y las personas a las que cuidan pueden practicar juntos la terapia de humor, lo que a su vez derivará en que ambos tengan una mejor salud.