Cuando tu hijo(a) alcance la edad suficiente para comprender una visita al dentista y manifieste temores o preocupaciones, puede ser útil prepararlo(la) para limitar o superar cualquier ansiedad. Esta primera visita puede marcar la pauta para todas las visitas futuras.
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Por ello, aquí te mencionamos algunas cosas que puedes hacer:
- Habla con tu niño(a) sobre la visita. Explícale lo que sucederá, pero hazlo simple. Dile a tu hijo(a) que el dentista «contará» y «tomará fotos» de sus dientes.
- No le comuniques ningún miedo que tengas a tu hijo(a). No le hables de cómo te asusta el dentista o de lo mala que fue tu última visita. No utilices palabras como «inyecciones», «taladro» o «agujas».
- Habla con el dentista sobre cualquier preocupación que pueda tener tu hijo(a). Trabajen juntos para ayudar a limitarlas. Por ejemplo, si sabes que a tu hijo no le gustan las «herramientas aterradoras», el dentista puede mantenerlas fuera de la vista.
- Busca libros que expliquen cómo es ir al dentista. Por lo general, contienen imágenes para ayudar a explicar lo que sucede. También le permiten a tu niño(a) observar cómo es el interior de un consultorio dental.
- Pídele a tu hijo(a) que haga un dibujo de su boca o de sus dientes para llevarlo al dentista. Después, tu niño(a) puede hablar sobre esto para comenzar la visita.
- No sobornes a tu hijo(a) para que vaya al dentista, ni utilices la visita al dentista como castigo.