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Cuando nuestras acciones tienen resultados impredecibles, es común que experimentemos la sensación de angustia. En el caso específico de la diabetes, la condición es conocida en el ámbito médico como «angustia por diabetes», un tipo de estrés que desencadena el vivir con la enfermedad, así lo indica la Asociación Americana de Educadores en Diabetes.

La angustia por diabetes hace que la persona desarrolle tensión, fatiga, sensación de estar abrumado(a) y desgaste, tanto físico como emocional. Este último a veces empuja al paciente con diabetes a rendirse y a no prestar especial atención a las factores que están causando el estrés. Esto se traduce en que la persona no controle sus niveles de azúcar en sangre, o que olvide tomar un medicamento debido a que siente que no le está funcionando. El resultado será que la diabetes deje de controlarse, lo que derivará en que no se sienta bien y quizás desarrolle complicaciones.

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Ante ello, la asociación brinda los siguientes consejos para que las personas con diabetes alivien la angustia generada por la enfermedad:

  1. Encuentra a alguien que comprenda tus sentimientos respecto a vivir con diabetes y habla con esa persona.
  2. Platica con otra persona que padezca diabetes, con un grupo de apoyo para personas con la condición ofrecido por tu hospital local, con tu educador en diabetes, con un familiar o con un profesional de salud mental. Cualquier persona que sepa sobre diabetes te ayudará a aliviar la carga y no te sentirás solo(a).
  3. Si sientes que los demás te juzgan, exprésales tu preocupación y encuentra la forma de pedirles ayuda, en lugar de que den opiniones.
  4. En ocasiones, tu equipo médico podría hacerte sentir que tu salud no está mejorando debido a que, según su criterio, estás haciendo algo mal. Necesitas de su apoyo, lo cual es diferente a necesitar de su opinión. Por lo tanto, dile a tu equipo de atención médica y a tu familia qué tanto apoyo sientes que te brindan y si realmente lo hacen, pues en el caso de los familiares, a menudo se sienten inútiles al no saber qué decir o qué hacer para ayudar a sus seres queridos a manejar la diabetes.
  5. Si estás agotado(a) por las tareas diarias y por el sentimiento de fracaso, date un descanso razonable de tu rutina.
  6. Siempre ten presente que casi nadie logra los resultados idóneos. Cumplir con todas las tareas y obligaciones que implica el cuidado de la diabetes no te asegurará obtener las cifras que quieres. Buscar la perfección es extremadamente difícil. Por ello, tómate un tiempo de descanso, crea un plan que te asegure los mejores resultados y pídele ayuda a alguien. Hazlo intencionalmente y con serenidad, no por frustración o enojo.
  7. Si sientes que otros te molestan o que desean controlar tu comportamiento, pídeles que se detengan.

RECUERDA: La diabetes es una enfermedad compleja. Cuando te sientas agotado(a), tal vez ya no desees adherirte a todas las responsabilidades que surgen al padecerla, pero este es el mejor momento para pedir ayuda y dejar que otros participen activamente en tu lucha contra la diabetes.

 

Vía: American Association of Diabetes Educators