Todos hemos escuchado en reiteradas ocasiones el término ‘médico de cabecera’, pero, ¿a qué es a lo que se refiere exactamente?

Básicamente, un médico de cabecera es un profesional de la salud que se encarga del bienestar de toda una familia, o de varios de sus integrantes.

Cabe señalar que la mayoría de los doctores están especializados en una área de la medicina. Pero en el caso de los médicos de cabecera, se encuentran capacitados en todas las áreas, por lo que son capaces de detectar y tratar casi todas las enfermedades agudas y crónicas.

En la mayoría de los casos, un médico de cabecera suele convertirse en una persona muy allegada a la familia, pues se preocupan por la salud integral de sus pacientes. Esto incluye el cuidado de su salud física, mental y emocional.

Esta clase de profesionales construyen una relación afectuosa con sus pacientes y su familia. Escuchan y documentan su historial clínico, lo cual les ayuda a tomar las decisiones de atención médica adecuadas.

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Los médicos de cabecera están capacitados para tratar todas las áreas de atención, incluyendo:

-Atención desde la infancia hasta la vejez.

-Enfermedades crónicas, como la diabetes, el asma y las enfermedades cardíacas.

-Atención de oído, nariz y garganta.

-Cuidado de la salud mental y del comportamiento.

-Cuidado de los huesos y las articulaciones.

-Cuidado de ojos.

-Control ginecológico y planificación familiar.

-Pruebas básicas, como los rayos X.

-Procedimientos quirúrgicos menores.

-Atención médica de emergencia.

Pero, ¿cómo elegir a uno? Existen diversas formas de iniciar la búsqueda de un médico de cabecera. Puedes comenzar hablando con tus amigos y familiares, ellos pueden recomendarte a alguien. Asimismo, puedes solicitar a tu seguro que te proporcione una lista de médicos cerca de tu domicilio.

Algunos consejos para realizar la elección de un médico de este tipo son:

1 Verificar si aceptan tu seguro médico.

2 Tomar en consideración cuál es el tiempo promedio de espera para conseguir una cita con él/ella.

3 Asegurarse de que su consultorio queda cerca de tu domicilio y si es de fácil acceso.

4 Preguntarte a ti mismo y a tu familia si se sintieron cómodos con el médico.

5 Evaluar si el médico respondió a todas tus preguntas y mostró interés en conocerte.

6 Confirmar si el médico explica las cosas de manera tal que tú y tu familia puedan comprenderlas sin problema.

7 Asegurarse de que el médico podrá tratarte a ti y a tu familia (en caso de padecer alguna enfermedad en especial).

 

Vía: FamilyDoctor