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De acuerdo con la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), los problemas para orinar o defecar se conocen como disfunción de la vejiga y de los intestinos, y a menudo se originan debido a una disfunción nerviosa o muscular, ya que estos sistemas controlan el flujo de la orina y la liberación de heces.

Otros problemas de salud pueden causar disfunción de la vejiga y/o del intestino, como por ejemplo efectos secundarios de medicamentos, estrés, enfermedades neurológicas, diabetes, hemorroides y trastornos del suelo pélvico.

La terapia y el manejo de estas afecciones pueden variar desde cambios en la dieta y en el ejercicio hasta estimulación eléctrica y cirugía, según el diagnóstico individual que otorgue el médico.

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Por ello, aquí te mencionamos algunos tratamientos comunes para manejar la disfunción intestinal y de la vejiga:

  1. Cambios en la comida o la bebida. Aumentar la ingesta de fibra puede ayudar a controlar la diarrea y el estreñimiento. Beber muchos líquidos también puede aliviar el estreñimiento. No beber líquidos en determinados momentos puede ayudar a controlar la vejiga hiperactiva y la incontinencia urinaria.
  2. Ejercicios. Los ejercicios de Kegel pueden fortalecer los músculos del esfínter y el piso pélvico. Esto puede ayudarte a tener un mejor control.
  3. Medicamentos. Algunos medicamentos pueden ayudarte a controlar la incontinencia intestinal. Los medicamentos antidiarreicos permiten controlar la diarrea. Asimismo, hay medicinas que ayudan a relajar los músculos de la vejiga para que controlarla mejor.
  4. Mantener un horario para ir al baño. Establecer un horario regular para utilizar el baño puede brindarte un mejor control. Esto incluye intentar orinar o defecar a la misma hora todos los días.
  5. Estimulación eléctrica. Esta terapia puede estimular los nervios dañados, lo que a su vez puede darte un mejor control de los músculos de la vejiga o del intestino.
  6. Cirugía. En casos raros, es posible que necesites cirugía para reparar el daño en los músculos o nervios.

RECUERDA: Tu proveedor de atención médica trabajará contigo para crear un plan de tratamiento que se adapte a tus necesidades.

 

Vía: Johns Hopkins Medicine