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Si sabes que debes ponerte una inyección por la razón que sea, puede generarte miedo que hará que tus dientes y músculos se aprieten, así como una respiración rápida que elevará tu frecuencia cardíaca. Tales sensaciones pueden hacer que te percibas como un escenario de vida o muerte.

«Es relativamente común estar un poco nerviosos antes de recibir una inyección», señala Douglas Saphier, psiquiatra certificado del Hackensack University Medical Center, en Estados Unidos. «Incluso en casos extremos, existen maneras de reducir el miedo y la ansiedad hacia las agujas. Esto es especialmente importante para que las personas que deseen vacunarse contra la COVID-19”.

Algunos tips para aliviar el miedo o estrés que producen las inyecciones incluyen:

  1. Usa ropa cómoda, algo con manga corta para que estés listo(a) para partir una vez que te apliquen la inyección.
  2. Lleva contigo una pelota antiestrés o algo que puedas sostener firmemente (las llaves funcionan muy bien).
  3. Dile tus preferencias al médico que administrará la inyección: “Me gusta mirar hacia otro lado antes de que salga la aguja”. “Prefiero no saber el momento exacto en que ocurre”. “Por favor, distráeme tocando mi hombro”.
  4. Prueba algunos ejercicios de respiración profunda en la sala de espera para calmarte.
  5. Omite la cafeína inmediatamente antes de la cita.
  6. Recuerda otras cosas menos importantes que te causen más dolor y de las que nunca te preocupas, como por ejemplo cortarte con papel, pisar un juguete de tus hijos o clavarte una astilla.

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Consideraciones importantes

Según el doctor Saphier, «en la mayoría de los casos, si pisas una piedra o concha en la playa, tendrás un dolor mucho mayor que el que experimentarás con una inyección. La diferencia es la concha o piedra de playa suelen ser inesperadas.

Tu mente no tiene la oportunidad de anticipar el dolor y crea estrés y ansiedad que te conducen hacia él. Por ello, para ayudarte, toma una piedra de tu jardín, llévala a la cita de vacunación y apriétala antes de la inyección. Visualiza la piedra en tu mano y el dolor que te causaría en el talón… ¡y en ese instante, se acabó la inyección!», aconsejó Saphier.

Las vacunas, en particular, son fundamentales para nuestra salud y la sociedad para superar la pandemia de COVID-19 y protegernos de otras enfermedades. El miedo a las agujas forma parte de nuestro crecimiento y, en lugar de enfocarnos en el dolor momentáneo, es mejor concentrarnos en los beneficios que vendrán después.

 

Vía: Hackensack Meridian Health