Sufrir un accidente automovilístico o un traumatismo en la parte superior del cuerpo puede causar dolor significativo en el cuello, lo que quizás significa haber sufrido de un esguince cervical.

Por definición, un esguince cervical es una lesión de los ligamentos y los músculos del cuello que se encuentran alrededor de una articulación, que usualmente no es grave. Sin embargo, el dolor y disfunción que causa pueden ser considerables.

Ante ello, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos nos menciona los síntomas más comunes que denotan esta afección:

  1. Dolor en o cerca de la parte posterior del cuello que se siente peor cuando se mueve.
  2. Dolor que se intensifica alrededor de un día después de la lesión, en lugar de inmediatamente después.
  3. Dolor y espasmos musculares en el hombro superior.
  4. Cefalea en la parte posterior de la cabeza, o incapacidad para girar completamente la cabeza.
  5. Dolor de garganta, brazos o debilidad de la mano, así como fatiga o irritabilidad.
  6. Problemas para dormir y concentrarse.

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Recuerda que un esguince cervical se produce por el movimiento brusco que realiza el cuello tras un impacto súbito, lesionando los tejidos blandos que le otorgan estabilidad. Se produce cuando hay un movimiento repentino de la cabeza hacia adelante (hiperflexión) o hacia atrás (hiperextensión).

Lo anterior significa que algunos músculos del cuello se comprimen por un lado y se estiran por el otro, volviendo luego a su posición original, llevando a cabo la misma trayectoria que un látigo cuando lo agitamos en el aire. El esguince cervical afecta principalmente a la vértebra C5, que es la más móvil de todas y ocasiona dolor agudo y molestias en el cuello.

El tratamiento del esguince o latigazo cervical se enfoca en el uso de antiinflamatorios, manipulación del cuello mediante fisioterapia e inmovilización. Tú médico determinará el método o métodos más adecuados para tratar tu lesión.

 

Vía: Health Day News / Tulesión.com